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Se llaman Las Diablillas. Son madres y esposas, hermanas e hijas. Pilares de su comunidad en Hondzonot, un pequeño pueblo maya en el estado de Quintana Roo en México. Son cocineras y costureras, agricultoras y pastoras. Y, desde hace unos años, estas mujeres indígenas también se han vuelto famosas en México como jugadores de sóftbol, quienes consciente y deliberadamente están desafiando los roles tradicionales de los géneros cada vez que hacen swing o se deslizan o tiran la bola.

Se debe a que practicar deportes no está considerado parte de la vida de una mujer en su cultura maya tradicional. De hecho, no siempre se ve con buenos ojos. Pero eso es algo que ellas están cambiando al formar un equipo de sóftbol, Las Diablillas, que le ha dado a mujeres de todas las edades en este caluroso rincón de la Península Yucatán una oportunidad de compenetrarse como amigas, mantenerse activas físicamente y sumar otra dimensión a sus identidades.

“La pregunta no es, ‘¿quién me dará permiso?’. Es, ‘¿quién me lo va a impedir?’”, dijo Geimi Santa Ofelia May Dzib, la jardinera izquierda del equipo, en las primeras escenas del nuevo cortometraje de MLB Originals llamado “Las Diablillas”, que explora cómo estas mujeres se han empoderado por medio del deporte.

El cortometraje, que está disponible en mlb.com/originals, muestra a las mujeres en acción y también da un vistazo a cómo Las Diablillas hacen los hipiles — vestidos tradicionales utilizados por las mujeres indígenas en México y otras partes de las Américas — que usan como uniformes y que refleja su orgullo en sus raíces. Cada hipil está bordado detalladamente con flores que representan la diversidad de la flora en la región. Y no les hace falta calzado.

“Aquí en Hondzonot, el suelo es rojo y caliente, pero tenemos la costumbre de andar descalzas”, dice Jerónima May Uh, quien juega la tercera base. “Así caminamos más rápido. Nos gusta sentir la tierra caliente bajo los pies”.

Yupi Segura, la directora del cortometraje, optó por entrevistar a las mujeres en su idioma maya, una de docenas de lenguas indígenas que se hablan en México.

“Era importante contar la historia de la perspectiva comunitaria, mediante la voz del equipo, y no solamente una o dos”, dijo Segura, agregando, “Tenerlas hablando en su lengua natal frente a la cámara creó un ambiente más cómodo y les permitió expresar sus ideas y pensamientos de una manera más fluente. Esto fue importante para tener un retrato auténtico de su estilo de vida y su historia”.

Todo equipo necesita un oponente, por supuesto. Las Diablillas suelen disputar partidos amistosos con otro equipo de mujeres indígenas de la región, las Amazonas de Yaxunah. Y no importa lo que diga el marcador al final de un partido. Todas estas deportistas salen ganando.

“Estamos en el mismo equipo con futuras generaciones”, dijo Juana Ay A, capitana y jardinera central del equipo, “porque hemos abierto una puerta por la que pueden pasar para brillar”.

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FuenteEsta nota fue realizada por MLB NOTICIAS. Aquí puedes leer la original.
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