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El 2019 se convirtió en un año de pesadilla para las mujeres, ya que en los 12 meses se registraron 1,006 víctimas de feminicidio que, en comparación con los registros del 2018, significó un aumento de 10%, cifra por arriba incluso del aumento en homicidios dolosos en general que fue de 2.5% en los mismos años de comparación.

En el 2019, no hubo entidad, de las 32 en total, que no registrara feminicidios de acuerdo con los datos de víctimas de delito del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

No obstante, la violencia homicida hacia el género no es nueva; se disparó en los últimos años del sexenio de Enrique Peña Nieto y alcanzó un nuevo máximo en el primer año de mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Si se comparan las víctimas de feminicidio del 2015 (426) con el 2019, hay un aumento de 136.1 por ciento. Durante el año pasado se registraron diferentes casos de feminicidios que conmocionaron a la opinión pública. Uno de los más recientes tuvo como sede el Estado de México, entidad que lleva años como puntero entre los más mortales para las mujeres y que para el 2019 se ubicó en segundo lugar con más víctimas a nivel nacional.

Se trata de Óscar “N”, a quien se le relaciona con el asesinato de al menos seis personas, cuatro eran mujeres, y una de ellas era su novia.

Óscar, sobre quien incluso se ofreció en su momento una recompensa por su captura, que posteriormente se concretó, amenazó en diversas ocasiones mediante sus redes sociales que seguiría asesinando mujeres, al tiempo que se burlaba de la incapacidad de las autoridades para capturarlo.

A nivel nacional, las cinco entidades con más víctimas de feminicidios en el 2019 fueron Veracruz (163), Estado de México (125), Ciudad de México (68), Nuevo León (67) y Jalisco (56); en éstas se cometieron en promedio uno de cada dos homicidios de mujeres el año pasado.

Deficiencias en la estrategia contra inseguridad

La organización Causa en Común criticó que ante las cifras de incidencia delictiva del 2019 se evidenció que “hay una falta de estrategia integral de las autoridades para combatir la inseguridad”.

La ONG cuestionó también que se ha mantenido la estrategia de militarizar la seguridad pública sin que esto haya tenido efectos relevantes en el número de asesinatos, extorsiones y secuestros.

La ONG añadió que los datos de incidencia del SESNSP son apenas una aproximación a los niveles de inseguridad, por lo que llamó a esperar los datos de asesinatos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), “cuyas cifras suelen ser más fieles a la realidad, ya que se basan en actas de defunción y no en carpetas de investigación, como lo hacen las fiscalías”.

Ante este panorama, la ONG recomendó designar más recursos a seguridad pública, fortalecer a las policías locales, crear mecanismos civiles de vigilancia a la Guardia Nacional, entre otras acciones.

hector.molina@eleconomista.mx

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