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La brecha digital, de género, las carencias educativas, el cambio climático… Son los retos a los que se enfrentan cada día las mujeres que viven y trabajan en zonas rurales en todo el mundo. Aportan más del 40% de la fuerza laboral agrícola en los países en desarrollo. Sin embargo, menos del 15% de los propietarios de tierras en el mundo son mujeres, según ha destacado Naciones Unidas en el Día Internacional de la Mujer Rural.

En sus 15 años de vida, la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA) ha acercado la tecnología a zonas remotas llevando conectividad y formación hasta los lugares donde trabajan estas mujeres, además de proporcionarles productos y servicios adaptados a sus necesidades. El trabajo de la FMBBVA para mejorar las condiciones de vida de las mujeres rurales y sus familias ha hecho posible también la puesta en marcha de nuevos negocios. Todo desde un enfoque sostenible desde el punto de vista social, económico y medioambiental.

MARÍA PILAR SERRA – República Dominicana

María Pilar Serra se dedica a la fabricación artesanal de casabe, una torta a base de pulpa de yuca típica de la cocina dominicana. Una tradición familiar a la que esta emprendedora no ha querido renunciar.

Lleva más de 45 años siguiendo las recetas que heredó de sus padres y abuelos.

ÁNGELA ZAPATA, Colombia

Ángela Zapata, emprendedora colombiana, cultiva alimentos orgánicos y cría ganado. Aprendió a trabajar la tierra como jornalera. Ahora es dueña de su propia producción, de diferentes variedades de fresas.

Es también cabeza de familia, y su negocio le permite mantener a sus dos hijos.

GABRIELA MORÁN – Panamá

La panameña Gabriela Morán es una enamorada de la tierra. Siempre tuvo claro que quería ser propietaria de sus terrenos. No haber podido ir a la escuela no puso freno a sus deseos, ha logrado su sueño y además de a sus cultivos, se dedica a la cría de cerdos y gallinas.

También es consciente de la necesidad de cuidar el medioambiente y protege sus cosechas contra las sequía.

GRACIELA VELÁSQUEZ – Perú

Graciela Velásquez tiene, junto a su marido, un negocio de cría artesanal de truchas en el lago Titicaca. Esta peruana de la etnia aimara se encarga de la venta del producto en los mercados locales, y del cuidado de sus dos hijos.

A Graciela le gusta hablar en la lengua de sus ancestros para mantenerla viva y no perder sus tradiciones, pero en su negocio cuenta con la asistencia técnica de un ingeniero que les ayuda a mejorar el rendimiento del criadero y cuidar el medioambiente.

LETICIA SANDOVAL – Chile

Leticia Sandoval vende tortillas de rescoldo, un tipo de pan campesino propio de la cocina chilena. También harina tostada, pan con chicharrones… productos que hace ella misma en su horno de leña.  “Al rescoldo” significa que se cocina directo entre las brasas y cenizas. Aspira a tener su propia tienda para vender también la artesanía que ella misma fabrica.

Vive en Futrono (en mapudungun: futronhue ‘lugar de humos’), una comuna de la provincia del Ranco, en la Región de Los Ríos (Chile), con una densidad de población de 6,47 hab/km².

NINFA HERRERA – Colombia

Ninfa Herrera es propietaria de un restaurante llamado Espacio Cultural Ancestral y Gastronómico, donde ha rescatado del olvido los platos típicos de la gastronomía del pueblo indígena Murui Muina, o huitoto, al que pertenece. Ninfa vive en el municipio de Florencia, en el valle del río Cauca, en Colombia, y está orgullosa de sus orígenes indígenas.

Pero al tiempo ha aprendido a utilizar las redes sociales y las plataformas digitales para impulsar su negocio y dar a conocer sus productos.

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FuenteEsta nota fue realizada por BBVA NOTICIAS. Aquí puedes leer la original.
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