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Ante el incremento de la violencia contra mujeres, en plena pandemia y con medidas de austeridad anunciadas por la 4T, las Casas de las Mujeres Indígenas trabajan a contracorriente para no dejar solas a quienes piden ayuda.

En total, son 35 Casas de la Mujer Indígena (Cami) en todo el país que desde hace 17 años trabajan en estos espacios dirigidos por mujeres indígenas y afromexicanas que, desde sus lenguas y culturas, ofrecen ayuda a víctimas de violencia, pero también las orientan en temas de salud sexual y reproductiva.

Subsisten de los recursos que les otorga el gobierno federal a través del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), pero este año, en medio de las medidas de austeridad determinadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador y de la emergencia sanitaria por el covid-19, se determinó que los recursos se cancelarían para ellas.

Desde abril, cuando se les anunció la cancelación de recursos, han pasado tres meses de gestiones para que se les otorgue el recurso del presupuesto de Egresos de la Federación para que puedan continuar operando y, mientras ello sucede, algunas casas operan sin dinero, como en Querétaro y Puebla.

Esta última entrega Reporteras de la Red Nacional de Periodistas (RNP), quienes recopilaron los testimonios de las dirigentes indígenas de las Cami de diversos estados del país, mostrarán lo que ocurre en estos dos estados.

Desde 2019 hay ciertas Cami como la Casa de Tolimán, Querétaro “Mak Uhjani”, que no reciben recursos. Su coordinadora, María Angelina Guerrero Martínez, contó que han buscado desde entonces formas de sobrevivir; imparten talleres de derechos humanos de las mujeres o contra la violencia de género, así como alguna ayuda recibida de la Universidad Autónoma de Querétaro o del Instituto Queretano de las Mujeres, pero nada formal ni periódico.

Una de las alternativas más recurrentes de financiamiento ha sido la tiendita artesanal con el nombre Sabores y Saberes, donde venden artesanías locales de todas las mujeres que apoyan este proyecto así como productos que ellas mismas hacen: jabón artesanal, lociones naturales, dulces artesanales, frutos de la región, blusas bordadas, trajes típicos, aretes, muñecas, manteles, pulseras, entre otras. También realizan masajes tradicionales, todo esto con el propósito de que la Cami continúe.

Cuando se informó del golpe presupuestario que enfrentarían las Casas, la titular de Secretaría de Gobernación (Segob), Olga Sánchez Cordero, aseguró que se encontraban buscando financiamiento de la Unión Europea para mantenerlas funcionales, pero mientras cualquier pacto se concreta, las propias líderes de estos centros han emprendido otras alternativas para mantener los espacios abiertos, señaló la de directora de la Cami en Cuetzalan, Puebla, Angélica Rodríguez.

Rodríguez dijo que las Casas buscarán que el INPI respete la asignación presupuestal que ya se había hecho para este programa, para ello también escribirán una carta a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para solicitar su intervención.

Otras instancias, como la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados, se ha manifestado al respecto. Recordaron que los programas presupuestarios dirigidos a la atención de la igualdad de género son irreductibles y el presupuesto para las Cami forma parte del Anexo 13 del Presupuesto de Egresos de la Federación, con el Ramo 47 de Entidades no Sectorizadas, con la denominación “Acciones que promuevan el ejercicio de los derechos de las mujeres indígenas”, al cual se le asignó un monto total de 85 millones 528 mil 546 pesos.

Finalmente esta semana, las integrantes de las Casas anunciaron que recibirán 25 por ciento de los recursos, en total, 8.5 millones de pesos, lo que corresponde a entre 24 y 30 por ciento de los gastos anuales, dependiendo de las necesidades específicas de cada una.

A pesar de que el monto que se distribuirá solo puede cubrir los tres primeros meses de costos operativos del año, las Cami decidieron aceptar la oferta, no sin dejar en claro que seguirán luchado por el monto íntegro etiquetado para este año.

“Estamos en la revisión de las medidas internacionales que pueden interponerse, porque se están violando diversos estándares internacionales”, dijo Rubicelia Cayetano Pesado, de la Cami Nääxwiin en Matías Romero, Oaxaca. “Se deben tomar en cuenta las condiciones de vulnerabilidad de las mujeres indígenas y afromexicanas”, dijo.

Las Cami agradecieron el compromiso de las y los integrantes del Grupo Plural de Igualdad Sustantiva de la Cámara y la Comisión de Asuntos Indígenas del Senado y expresaron la esperanza que las gestiones que las y los diputados realizan con la SHCP “garanticen la totalidad del presupuesto”.

La Red de Cami registró a 25 mil usuarias en todo el año 2019, solo en la cuarentena se contabilizaron mil 111 casos.

Con información de: *Rosalba Ramírez Hernández, Citlali López Velázquez, Sonia Rueda Olvera, Samantha Páez Guzmán, Jovana Espinosa Orta y Hazel Zamora Mendieta.

Toda la información e imágenes son de MILENIO.
Link original: https://www.milenio.com/politica/recursos-atender-violencia-mujeres-3-3

 

 

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