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De acuerdo con cifras de la Universidad Autónoma de Nuevo León, en las pequeñas y medianas empresas (Pymes) de México solo el 11 por ciento de las mujeres toma decisiones y una de cada tres compañías es dirigida por una mujer.

Por otro lado, solo el 2.5 por ciento es empleadora, mientras que en el caso de los hombres, es el 6.1 por ciento, notándose una disparidad en el rubro del emprendimiento relacionado con el sector femenino.

Ante este escenario, la UANL trabaja desde hace tres años en el estudio Iniciativa Académica en Pro de las MIPYMES en México, proyecto de investigación en conjunto entre las facultades de Contaduría Pública y Administración y Economía.

En una primera fase realizada en 2020, el año más crítico para el sector económico debido a la pandemia por coronavirus, se encuestó a 250 Pymes de Nuevo León y en un segundo periodo a más de 800 compañías de cinco estados de México.

”Desde el comienzo del estudio hasta hoy en día, el objetivo ha sido analizar el impacto económico y financiero de las Pymes, pero con el tiempo nos dimos cuenta de que es muy baja la participación de la mujer en el sector empresarial y esto fue lo que nos motivó a seguir una tercera fase, pero ahora dándole una perspectiva de género”, indicó Joana Cecilia Chapa Cantú, Directora del Centro de Investigaciones Económicas de la UANL.

Los porcentajes manejados al inicio de este texto corresponden a información obtenida por la Máxima Casa de Estudios como resultado de la investigación Iniciativa Académica en Pro de las MIPYMES en México y a datos recabados en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).

Otras cifras relevantes en este tema es que la mujer tiene un grado de vulnerabilidad muy alto, ya que el 54.8 por ciento económicamente activa pertenece a la informalidad, mientras que solo 13 de cada 100 Pymes cuenta con un crédito o financiamiento.

“La mujer es empresaria, pero está en el rubro informal y es para sobrevivir. Todas estas estadísticas definitivamente nos señalan que se requiere estudiar a fondo para apoyar el emprendimiento femenino, porque en estos tiempos el no tener financiamiento es no crecer, y a su vez no se pueden amortiguar económicamente situaciones como las de la pandemia”, argumentó Chapa Cantú.

Ante el panorama desfavorable que vive la mujer cuando decide insertarse en el mercado empresarial, la Universidad Autónoma de Nuevo León las apoyará ofreciendo capacitación a través de las facultades de Contaduría Pública y Administración y Economía.

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FuenteEsta nota fue realizada por EL FINANCIERO. Aquí puedes leer la original.
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