El 25 de noviembre de 1960 en Santo Domingo, las tres hermanas de la familia Mirabal –Patria, Minerva y María Teresa– regresaban a casa después de visitar a sus respectivos maridos en la prisión donde estaban encarcelados por su activismo contra Rafael Leónidas Trujillo, dictador de República Dominicana entre 1930 y 1961. Las tres pertenecían a una acomodada familia que había perdido casi toda su fortuna desde la llegada de Trujillo al poder, por lo que desde muy jóvenes, comenzaron a militar en grupos de oposición al gobierno, sobre todo Minerva y María Teresa. Se las apodaba “Las Mariposas”. Trujillo le tenía especial odio a Minerva, a quien años antes había intentado seducir, sin el más mínimo éxito. De hecho, se cuenta que ella le rechazó dándole un bofetón en mitad de un baile, frente a toda la alta sociedad dominicana, algo que Trujillo jamás olvidaría.
Su lucha contra la dictadura, les valió numerosas encarcelaciones, torturas e incluso violaciones, hasta que finalmente Trujillo decidió acabar con su vida un 25 de noviembre, tendiéndoles una emboscada en el camino de regreso a casa tras su visita a la prisión. En mitad de un puente, les esperaba un coche con varios hombres armados, que les obligaron a salir de su vehículo en el que también viajaba su chófer, Rufino. Les llevaron a todos hasta la casa donde vivían y allí fueron apaleadas hasta morir. Luego colocaron sus cadáveres junto al de su chófer en el coche y lo lanzaron por un barranco, simulando un accidente.
Trujillo pensó entonces que se había librado por fin de la influencia de las Mirabal, sin embargo, sus muertes no hicieron más que contribuir a que aumentara la oposición al gobierno, a quien todo el mundo culpó del asesinato de las hermanas. Una parte cada vez más grande del pueblo dominicano comenzó a apoyar abiertamente la lucha de las Mirabal contra la dictadura, de manera que, estos tres asesinatos, fueron el principio del fin de Trujillo, que moriría asesinado sólo unos meses después, el 30 de mayo de 1961.
Una provincia en República Dominicana lleva el nombre de Hermanas Mirabal en su honor. Allí se encuentran sus tumbas y la que fuera su casa se ha convertido en un museo en su honor. La única hermana que no fue asesinada, Dedé, sigue viviendo muy cerca de allí y se encarga de mantener viva la memoria de sus hermanas. Se han escrito numerosos libros sobre ellas, rodado documentales e incluso una película, En el tiempo de las mariposas. En 1981, tras el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, se estableció que el 25 de noviembre fuera declarado el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer –una fecha a la que, desde 1999, también se sumaría la ONU–, para recordar la valentía de estas tres mujeres y de todas las que, día a día, siguen luchando por un mundo más libre y más justo.
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