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La familia Serdán Alatriste encabezada por Doña Carmen Alatriste, nieta del ex gobernador liberal poblano Miguel Cástulo Alatriste, y Manuel Serdán Guames un zapatero de la ciudad, tuvieron como hijos a Carmen, Natalia, Aquiles y Máximo Serdán.

Natalia Serdán Alatriste nació el 29 de marzo de 1875. Fue la segunda de los hermanos Serdán Alatriste.

Cuando Natalia Serdán se casó con Manuel Sevilla, recibió de regalo de bodas, una casa ubicada en Portería de Santa Clara número 4, en la ciudad de Puebla. (Actualmente el Museo de la Revolución Mexicana.)

Natalia rentó a su hermano Aquiles, una habitación en la planta baja de la casa de la Portería de Santa Clara.

La historia revolucionaria de los Serdán Alatriste comenzó por las injusticias locales que realizaba el Gobernador Mucio P. Martínez y a nivel nacional Porfirio Díaz; para ese entonces, los hermanos Serdán se unieron al Partido Anti-reeleccionista que dirigía Francisco I. Madero.

Dentro del partido la responsabilidad de los Serdán era entre otras cosas repartir municiones y pólvora por toda la región poblana, y apoyar el estallido de la Revolución Nacional el 20 de Noviembre de 1910.

Aquiles resguardaba en su casa las armas que compraba a diversas armerías ubicadas en la ciudad de Puebla y México.

Este arsenal llegaba a la casa dentro de grandes bultos envueltos en petate que se confundían con empaques de carne seca y salada; parte de las municiones de guerra eran transportadas por las mujeres de la familia: Filomena del Valle de Serdán, Carmen y Natalia Serdán.

Sin embargo, el 18 de noviembre, dos días antes de lo programado a nivel nacional, Miguel Cabrera, jefe de la Policía de Puebla, realizó un cateo a la casa de los hermanos Serdán y ante el impedimento de estos, que se sintieron descubiertos, dio inicio la refriega.

Durante el ataque, Natalia pudo hacer un agujero en la pared de su recámara que la comunicó a una casa contigua que en ese entonces era una camotería. Por ese orificio logró sacar a sus hijos y a los de su hermano Aquiles. Así pudieron escapar.

Por su parte, Carmen tomó las armas y luchó de la misma manera en que lo hicieron sus hermanos y sobrevivió hasta el final, cuando los rurales del Estado vencieron y tomaron la casa de los Serdán, fue aprendida y llevada a declarar lo que había sucedido; en su declaración siempre defendió a su hermano Aquiles.

La figura de Carmen Serdán rompió todos los estereotipos de una mujer burguesa de la época, partiendo desde el hecho de que fue la primer revolucionaria, y una de las tantas mujeres que apoyaron al movimiento maderista.

Luis Pastor y Carreto describe en el libro: Dos heroínas: Carmen y Natalia Serdán; Carmen era una de las partes en el engranaje de su círculo; poseía la sutileza y el refinamiento congénito distintivo de las mujeres educadas y desarrolladas espiritualmente en Puebla.

Toda la información e imágenes son de SEMMEXICO.
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