Anuncios

Sin exámenes médicos previos. Sin gimnasios adaptados. Con sueldos insuficientes y precarios. Algunas, incluso, piden días libres en su segundo empleo para jugar. Las dispares condiciones entre las jugadoras de las selecciones internacionales han quedado retratadas en un informe de FIFPRO. A las puertas del Mundial de Fútbol Femenino, que tendrá lugar en Nueva Zelanda y Australia entre el 20 de julio y el 20 de agosto, la organización mundial de representación de futbolistas FIFPRO ha publicado un estudio basado en una encuesta a 362 jugadoras sobre las fragmentadas condiciones de los equipos en la clasificación para el Mundial. “Debemos asegurarnos de que el marco del juego se asiente en una sólida base y promueva la igualdad, la justicia y las mejores prácticas para las jugadoras, con independencia de dónde compitan”, afirma David Aganzo, presidente de FIFPRO.

A pesar del auge del fútbol femenino, solo el 40% de las jugadoras que participarán en el próximo Mundial se considera profesional, según el informe. La mayoría no siente que pueda hacer del fútbol su método de subsistencia, ni tampoco dedicarse única y exclusivamente a él: más de la mitad (66%) han tenido que pedir permiso (retribuido o no) en su segundo empleo para asistir a las competiciones. En el camino al Mundial, el 29% de las jugadoras manifestó no recibir ningún pago por parte de su selección nacional. Las futbolistas, por su participación, ingresarán una cantidad de 28.000 euros, más del doble de lo que cobraban en la anterior edición del torneo y también la media de lo que cobran por temporada, según informes comparativos de la FIFA. La cifra aumenta si hablamos de las campeonas: cada una obtendrá 270.000 euros si alzan el título, con un premio total de 110 millones frente a los 440 de los hombres. Para equipararse a la retribución en el equivalente masculino, sin embargo, habrá que esperar hasta 2027, según el presidente de la FIFA Gianni Infantino.

https://twitter.com/FWWC2023/status/1636440698223247403?s=20

Mientras en España se han retrasado las reuniones para acercar posturas entre la Liga F y los sindicatos para aumentar el salario mínimo de las jugadoras (actualmente, 16.000 euros), en Estados Unidos la situación es muy diferente. Los equipos americanos, tanto femeninos como masculinos, llegaron a un acuerdo colectivo el año pasado con la federación US Soccer para igualar los sueldos y premios en metálico. “Es la única federación en el mundo que hace esto”, ha explicado la futbolista estadounidense Alex Morgan, que ha recordado, sorprendida, el “buen trabajo” que ha hecho la FIFA al aumentar el dinero del premio del Mundial y repartirlo entre las jugadoras. “Todavía tenemos mucho camino por recorrer, pero tener pagos directos a las jugadoras es algo grande”, ha comentado la americana.

Las condiciones en las instalaciones aún deben mejorar para alcanzar el nivel de élite: el 66% de las futbolistas cree que los centros de recuperación incumplen los estándares o carecen de estos espacios, mientras que una tercera parte piensa que los campos de entrenamiento y los estadios de los partidos tampoco asumían los niveles de élite. Las deportistas también se encuentran saturadas por la cantidad de encuentros que disputan, sin apenas días de descanso. No tienen la posibilidad de descansar ni física ni mentalmente para recuperarse entre las diferentes competiciones, y la radiografía de la situación empeora cuando el 70% de las futbolistas asegura que no recibió un electrocardiograma previo al torneo o el 39% de ellas no tuvo acceso a apoyo para la salud mental durante los campeonatos de Confederación.

La FIFA anunció en marzo la igualdad de condiciones tanto para el Mundial masculino como para el femenino, un paso histórico, aunque no acompañado de mejoras en las vías de clasificación. Tan solo una confederación, la UEFA, proporcionó proceso de clasificación aparte, con 12 partidos en casa y fuera. Las demás confederaciones accedieron a la Copa Mundial Femenina 2023 mediante la Copa Asiática Femenina de la AFC, la Copa Africana de Naciones Femenina o la Copa América Femenina. “La Copa Mundial es la cumbre del fútbol de selección nacional, pero las vías al torneo definen las condiciones de las jugadoras a lo largo de un periodo muy extenso. Por consiguiente, es vital garantizar las mejores condiciones posibles”, afirma Jonas Baer-Hoffmann, secretario general de FIFPRO. El organismo, con este informe, pretende demostrar que se deben establecer e implementar estándares globales en las condiciones de las jugadoras en torneos internacionales, sean del calibre que sean, de la misma manera en la que instan a que se establezca un sistema y vía único de clasificación.

Anuncio
FuenteEsta nota fue realizada por EL PAÍS. Aquí puedes leer la original.
Artículo anteriorPatrulla feminista: el apoyo que visibiliza la violencia económica en Puebla
Artículo siguienteNunca es tarde para dar la vuelta al mundo en 80 días con tu mejor amiga