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Si antes el horizonte de la lucha de las mujeres por el ejercicio de sus derechos políticos era el lograr votar y ser votadas, hoy es que en los partidos políticos donde participan haya reglas claras de promoción y ascenso, plantea Patricia Mercado Castro.

La excandidata presidencial y reconocida política mexicana subraya que actualmente las decisiones sobre las candidaturas a puestos de elección popular en los partidos siguen en manos de hombres y, si las mujeres no forman parte de sus equipos cercanos, tienen pocas posibilidades de ser tomadas en cuentas para su nominación. “Hemos llegado, pero no estamos ejerciendo el poder”.

Entrevistada con motivo del Día Internacional de la Mujer, la economista sonorense que, en 2006 fue postulada por Alternativa Partido Político Nacional como candidata a la presidencia, recalca que, si no hay reglas claras, las decisiones son muy arbitrarias y en esa condición las mujeres están en absoluta desventaja.

“Hay mucha resistencia a que representantes legítimas y legales de mujeres lleguen a esas mesas donde se están tomando las decisiones.

Incluso, cuando se tienen que implementar acciones afirmativas que obligan a los partidos a postular a una mujer, por ejemplo, en un distrito, hay hombres que se sienten con los derechos a ser nominados, y reclaman que, si no son ellos los nominados, entonces ellos deben decidir a qué mujer se le otorga la candidatura.

Conquistamos el conocimiento y el trabajo
La también senadora de la República (forma parte de la fracción de Movimiento Ciudadano), expone que durante los últimos años ha habido avances importantes en el reconocimiento de los derechos políticos de las mujeres.

En su opinión, eso se debió a que como sociedad nos hicimos cargo de que somos 50% hombres y 50% mujeres y tenemos que gobernar y legislar de esa manera.

Dice que el hecho de que más mujeres llegaran a puestos donde se toman las decisiones para atender los problemas públicos, se ha traducido en beneficios sociales palpables, por ejemplo, para canalizar más presupuestos para implementar políticas públicas en materia de salud, educación y atención a diversos sectores como el de los niños y jóvenes.

La presencia de las mujeres en estas posiciones ha llevado a que las autoridades atiendan problemas públicos que se padecen desde la vida cotidiana y generalmente los hombres les ponen poca atención, asegura.

Las mujeres han ayudado a lograr que la política y la función pública se resuelva en tiempos en que ha habido un marcado alejamiento del ciudadano común de la política, opina.

La también exsecretaria de Gobierno y exsecretaria del Trabajo y Fomento al Empleo de la Ciudad de México y expresidenta de los partidos Socialdemócrata, México Posible Alternativa Socialdemócrata y Campesina, considera que las conquistas de las mujeres están a la vista.

Conquistamos el conocimiento, invadimos las universidades, sacando los mejores promedios e incluso titulándonos más rápido que los hombres; conquistamos el trabajo asalariado…

La política sonorense, recordada por muchos por su trabajo en los colectivos Mujeres Trabajadoras Unidas y Mujeres en Acción Sindical, cuenta también como logro que la sociedad reconozca las violencias de las que son víctimas las mujeres en las calles, en la casa, en la escuela y que se comience a entender que eso es algo que no debe normalizarse.

Subraya los avances en materia de legislación, políticas públicas y presupuestos para atacar el problema, que por mucho no está resuelto.

No hemos logrado que la salida de las mujeres del ámbito doméstico para poder acceder al ejercicio de sus derechos se haya en paz, sin violencias, sin discriminación y sin exclusiones, remarca.

Enfatiza la tarea que hay por hacer para eliminar la violencia feminicida.

Sacrificamos cosas
Para la reconocida activista de las causas de las mujeres, el haber conquistado el ejercicio de varios derechos ha tenido un costo de oportunidad.

Y remite a las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Pide que pongamos la atención en una situación que ha destacado esa institución: “las mujeres tenemos pobreza de tiempo”.

Y si para reconocer esa situación no es suficiente recordar el tren de vida de las mujeres activas en el mercado laboral, recalca: “Claro que sacrificamos cosas, si yo tengo una jornada laboral a cambio de un salario, tengo también las responsabilidades de cuidado y las responsabilidades domésticas”.

Y recuerda: las mujeres sacrifican tiempo para el esparcimiento, para el descanso…

Por ello, ataja, tienen sentido iniciativas, como una que está parada en la Cámara de Senadores que busca reconocer en la ley el tiempo propio. El Estado tiene que hacer política pública para quitarle responsabilidades al ciudadano para que pueda disponer de tiempo propio.

Al preguntarle qué ha cambiado de 2006 cuando construyó su candidatura a la presidencia y 2024, cuando tenemos dos candidatas a la presidencia, ataja y dice, precisamente eso hay dos mujeres disputando la titularidad del poder Ejecutivo. “Están siendo competitivas; antes teníamos a puros hombres, ahora tenemos a dos mujeres y un hombre y eso es ya una diferencia muy grande”.

Menciona que cuando ella fue candidata, incluso mucha gente pensaba que ella era la primera mujer en buscar ser presidenta, cuando ya lo habían intentado antes doña Rosario Ibarra y Cecilia Soto.

Pero el mayor problema era que no había reglas democráticas; los medios de comunicación no atendían sus eventos…

Resalta que hoy tenemos miles de mujeres en puestos de elección popular o como candidatas a esos cargos. “Hay una situación completamente distinta”.

Sin embargo, la excandidata presidencial advierte que siempre hay regresiones y estancamiento, por lo que hay que estar totalmente alertas.

En ese sentido, considera que “en general estos seis años hay mucho estancamiento. Hemos avanzado en paridad, en la participación política; en algún tipo de reformas para detener la violencia hacia las mujeres, pero finalmente sigue siendo fuerte esa violencia”.

Asimismo, destaca que tenemos muchos ejemplos de regresión. “Un buen día llega un gobierno absolutamente autoritario y decide que las mujeres regresen a sus vidas antiguas”.

“Hay que estar pendiente, el machismo es una cultura arraigada y no solamente en los hombres”.

Lo grave, añade, es que en muchas ocasiones viene acompañada de reacciones violentas. Hay hombres que no terminan de entender por qué no son ellos totalmente proveedores y por qué las mujeres no los sirven.

¿Quién es Patricia Mercado Castro?
Candidata presidencial de Alternativa Partido Político Nacional en 2006.
Nació el 21 de octubre de 1957, en Ciudad Obregón, Sonora.
Es licenciada en economía por la UNAM

Se ha desempeñado como:

  • Senadora de la República por MC.
  • Secretaria de Gobierno de la Ciudad de México.
  • Secretaria del Trabajo y Fomento al Empleo de la Ciudad de México.
  • Presidenta del partido Socialdemócrata.
  • Presidenta del partido México Posible.
  • Presidenta del Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina.
  • Presidenta de la Fundación Voz Alternativa.
  • Formó parte del colectivo Mujeres Trabajadoras Unidas y Mujeres en Acción Sindical.
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FuenteEsta nota fue realizada por EL ECONOMISTA. Aquí puedes leer la original.
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