Anuncios

Con el planteamiento de ideas como la búsqueda de un agro más inclusivo y más equitativo, y la necesidad de un cambio cultural que permita que más mujeres estén capacitadas, emprendan, y lideren en la industria agroalimentaria; se llevó a cabo el Foro Binacional Colombia – México “Mujer Rural: explorando diferentes perspectivas”, organizado por Corteva Agriscience, en colaboración con El Economista y La República (Colombia).

El foro, llevado a cabo de manera virtual, estuvo dividido en cuatro paneles, y contó con la participación de Ana Claudia Cerasoli, presidenta de la región MesoAndina de Corteva Agriscience; Lupita Avendaño, productora mexicana de maíz; Nubia Cala, productora colombiana de arroz; Valeria e Isabel Aguilera, youtubers y trabajadoras del campo en México; Martha Adame, distribuidora agroindustrial de México; Lorena Builes, médica veterinaria zootecnista especialista en Administración de Empresas; María del Campo, quien representa la imagen de la Cacaocultura colombiana, Carmen Lilia de Santos, gerente de ventas Distrito Sur México de Corteva Agriscience; además de Lilian Mariño, editora del diario La República y José Soto, director editorial digital de El Economista, quienes fungieron como moderadores.

Para dar inicio, el Panel No. 1 dirigido a “La mujer en el Campo”, fue moderado por Lilian Mariño, quien destacó que las mujeres “representan más del 40% de la fuerza laboral agrícola en los países en desarrollo”.

Por su parte, Ana Claudia Cerasoli, señaló que “las mujeres rurales o mujeres en el agro son participantes activas para que todos tengan un mejor futuro, del cuidado del planeta, compartiendo conocimiento, buenas prácticas y el amor a la Tierra”. Añadió que Corteva Agriscience elaboró el estudio “Mujeres en la agricultura”, en el que participaron más de 4,000 productoras en 17 países, y uno de los hallazgos principales fue que 9 de cada 10 mujeres estaban orgullosas del trabajo que realizan en el campo.

También mencionó como áreas de oportunidad temas de discriminación de género, diferencias de ingresos, acceso a financiamiento, educación y capacitación; lo que motivó a que la compañía llevara a cabo diferentes estrategias para avanzar en estos temas, como por ejemplo, mediante el lanzamiento del libro “Luchadoras, mujeres rurales en el mundo”, que reúne la situación de las mujeres en el campo, en los 5 continentes, su aporte a la actividad agropecuaria, y aporte a los entornos rurales.

En cuanto a cuál es el panorama del sector agropecuario en México y en Colombia, Nubia Cala mencionó que, en el caso de Colombia, “tristemente el rol de las mujeres no es muy visible, se necesita un mayor empoderamiento de la mujer en la agricultura”, “no tenemos políticas que respalden a la mujer”, aunque añadió que gracias al trabajo de muchas mujeres se avanza en emprendimiento, y la generación de empresas que generan trabajo y oportunidades para todas las mujeres.

Respecto a México, Lupita Avendaño, mencionó que “comencé a sembrar con recursos propios cuando me quedé sola, poco a poco con asesores que nos atienden en el campo nos han ido guiando y he aprendido a invertir, a crecer”. No obstante, dijo que al principio se sintió un poco “rara” por la poca participación de las mujeres en el medio, “les da miedo incursionar. Yo les puedo decir que no tengan miedo, sí se puede trabajar, siempre va a haber alguien que los va a ayudar”.

En cuanto a qué tanto apoyo público o privado reciben, Nubia Cala mencionó que el gobierno ha cambiado su visión y se ha dirigido a la comercialización, por lo que solicitó mayor apoyo en ciencia y tecnología, principalmente a los productores, además de que resaltó la importancia que tendría una política que garantice un precio justo por su cosecha.

Lupita añadió que un problema al que se ha enfrentado ha sido la desigualdad de género para acceder a la educación y a créditos, por lo que comentó que los estereotipos continúan existiendo.

Respecto a la dificultad para equilibrar el trabajo del campo con el del hogar, Nubia hizo un llamado para que se otorguen mayores beneficios, “trabajamos más de 8, 10 horas en el campo. Necesitamos que el gobierno se dé cuenta de que somos el 47.2% de la población rural (las mujeres)”.

Lupita añadió que cuando empezó, tuvo una tasa preferencial por ser mujer, y con el tema de la igualdad de género ya no obtiene ese beneficio, “yo lo que digo es que no me den, que me paguen bien el grano, el trabajo, tenemos buenas tierras, batallamos con el clima, batallamos con el agua, si hace falta más apoyo del gobierno”.

El Panel No 2., moderado por José Soto, estuvo dedicado a “Las nuevas generaciones en el campo”, en el que Valeria e Isabel Aguilera, productoras del campo en Valle Hermoso, Tamaulipas, compartieron su experiencia como youtubers.

De acuerdo con Valeria, “a mí me tocaba trabajar en el campo (…) se me hizo interesante grabar”, “arrancar las plantas, cuidarlas, el riego, es más lo que nosotros hacemos, dijeron que raro que las mujeres anduvieran en eso, a mí no se me hacía raro, mi papá nos trajo ahí”.

Isabel mencionó que al principio Valeria tenía un canal de maquillaje, pero fue a partir de no poder grabar por estar en el rancho que el tema llamó la atención a sus seguidores.

Le atribuyeron parte de su éxito a que “demuestran el trabajo como es, a lo mejor no siempre andamos de buen humor, pero es de la forma que se te hace más ligero el trabajo”, “eran pocas las que se mostraban arriba de un tractor, era el hecho de que éramos jóvenes”.

Las jóvenes también aseguraron que el canal les ha permitido conocer a más agricultores, quienes los aconsejan, y que la mayor parte de sus conocimientos para editar y subir videos a la red social han sido autodidácticos.

El Panel No. 3, dirigido a “Historias de vida de mujeres líderes en la cadena agroindustrial”, moderado por Lilian Mariño, contó con la participación de Lorena Builes, quien mencionó que “a mí me inspira ver cómo muchas niñas me escriben, las nuevas generaciones ya quieren salir del campo a la ciudad, y eso no sucedía con el narcotráfico”.

Añadió que hay que hacer un cambio de cultura muy grande, y refirió que las mujeres tienen orden y disciplina para actividades como ordeño, alimentación de terneras, llevar registros, mientras que los hombres, para utilizar la maquinaria pesada; por lo que es importante diferenciar las especialidades de cada género.

Por su parte, Martha Adame mencionó que “tenemos un 25% de agricultoras que son mujeres, hemos intentado que sean reconocidas en el campo, las mujeres han llegado por alguna razón, a veces por la ausencia del marido, por la herencia de la tierra, nosotros tratamos de entrar, darles capacitación para seguir con el legado, (a) las nuevas generaciones hay que capacitarlas, hay que educarlas, hay que saber que el campo te enamora, que el campo es vida”.

Respecto a cuál es la principal barrera de las mujeres para entrar al campo, Adame mencionó “Yo creo que es el perder el miedo a lo desconocido”.

Agregó que en muchas ocasiones las mujeres piensan que el sector agrícola está dirigido a las mujeres. También señaló que el mayor reto es capacitarlas, “es darles esa capacitación para que ellas tomen la mejor decisión (de) qué es lo que van a hacer con el campo, qué van a hacer con la tierra”.

En cuanto a cómo el gobierno y las empresas pueden romper estereotipos, Lorena Builes dijo que “debemos profesionalizar el campo, debemos llegar a generar empresas, tener toda la posibilidad de emplear a mujeres, jóvenes, también que el sector estatal vuelva al campo desde su sector primario”.

En el Panel N.4 dedicado al “Emprendimiento y la generación de ingresos en el campo”, moderado por José Soto, participaron María del Campo (Liliana Jiménez), quien hace 10 años decidió irse al campo junto con su esposo, a investigar cuáles eran los cultivos promisorios, entre los que destacó el cacao, por lo que hace 5 años comenzó a representar esa imagen.

Destacó que la cacaocultura, está evolucionando, no solo desde la parte productiva, sino también al hacer un reconocimiento al rol de la mujer en esa cadena. “La mujer ha tomado el liderazgo y desarrollo agroindustrial”, “cada vez promovemos más el tema de la sustentabilidad”.

Por su parte, Carmen Lilia de Santos, gerente de ventas Distrito Sur México de Corteva Agrisciences, explicó que “parte fundamental de las iniciativas que tiene el sector privado y agrícola es incluir a la mujer en el campo”, “una de las partes importantes para seguir creciendo es el empoderamiento, ayudar a que la mujer se desarrolle”.

María del Campo añadió que “algo muy valioso es (…) ver cómo la mujer cacaocultora está emprendiendo para abrir sus propias empresas, vemos mujeres con muchas habilidades en (la) parte administrativa, de mercadeo”.

Hizo una invitación a todas las mujeres rurales de América, para que visiten el sitio https://mujeresrurales.iica.int/, una plataforma que conecta a las mujeres rurales para compartir experiencias y conocimiento, luego de lo cual se dio por finalizado el foro.

Toda la información e imágenes son de EL ECONOMISTA.
Link original: https://www.eleconomista.com.mx/empresas/Hace-falta-un-cambio-cultural-para-que-mas-mujeres-lideren-la-industria-agroalimentaria-20211025-0055.html

Anuncio
Artículo anteriorTalento femenino: clave para cerrar brechas en la era digital
Artículo siguienteSe perdieron más de 54 millones de trabajos de mujeres en el mundo por la Covid-19