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Investigadores de Cleveland Clinic, en Estados Unidos, informaron que comenzarán a estudiar en mujeres voluntarias una novedosa y pionera vacuna destinada a prevenir el cáncer de mama triple negativo, que es la forma más agresiva y letal de la enfermedad. Cleveland Clinic es un centro médico académico multiespecialidad sin fines de lucro, fundado en 1921 por cuatro médicos y que realiza cada año más de 250 mil cirugías. Actualmente cuenta con más de 80 mil trabajadores y sus equipos de médicos combinan la atención clínica con la investigación científica

El nuevo estudio incluirá entre 6 y 12 pacientes, los cuales, recibirán tres vacunas administradas con dos semanas de diferencia y serán monitoreados de cerca para detectar efectos secundarios y respuesta inmune, esto se prevé que esté completo a fines de 2023.

La vacuna se dirige a una proteína de la lactancia, la α-lactoalbúmina, que ya no se encuentra después de la lactancia en los tejidos normales envejecidos, pero está presente en la mayoría de los cánceres de mama triple negativos. Si se desarrolla cáncer de mama, la vacuna está diseñada para incitar al sistema inmunitario a atacar el tumor y evitar que crezca.

El ensayo clínico de Fase 1b, realizado en asociación con Anixa Biosciences Inc, sigue al estudio de fase 1a que actualmente está en curso, se inauguró en 2021 y se espera que finalice en el cuarto trimestre de 2023. El ensayo de fase 1a incluye pacientes que completaron el tratamiento para cáncer de mama triple negativo en etapa temprana en los últimos tres años y actualmente no tienen tumor, pero tienen un alto riesgo de recurrencia.

“El cáncer de mama triple negativo es la forma de la enfermedad para la que tenemos los tratamientos menos efectivos”, dijo el doctor G Thomas Budd, quien trabaja en el Instituto Taussig sobre Cáncer, de Cleveland Clinic, y es el investigador principal del estudio. “A largo plazo, esperamos que esta pueda ser una verdadera vacuna preventiva que se administre a personas libres de cáncer para evitar que desarrollen esta enfermedad altamente agresiva”.

Según Budd, existe una gran necesidad de mejores tratamientos para el cáncer de mama triple negativo, que no tiene características biológicas que respondan típicamente a terapias hormonales o dirigidas.

A pesar de representar solo alrededor del 12 al 15 por ciento de todos los cánceres de mama, el cáncer de mama triple negativo representa un porcentaje desproporcionadamente mayor de muertes por cáncer de mama. Es dos veces más probable que ocurra en mujeres de raza negra, y aproximadamente del 70 al 80 por ciento de los tumores de mama que ocurren en mujeres con mutaciones en el gen BRCA1 son cáncer de mama triple negativo.

La vacuna se basa en una investigación preclínica dirigida por el difunto doctor Vincent Tuohy, quien fue impulsor se investigación innovadora del cáncer de mama en el Instituto Lerner Research de Cleveland Clinic. El doctor Tuohy fue un científico destacado y apasionado y sus décadas de investigación pionera llevaron al desarrollo de esta vacuna en fase de investigación.

Toda la estrategia de la vacuna se enfoca en la citada proteína de la lactancia, α-lactoalbúmina. El estudio se basa en la investigación del doctor Tuohy que demostró que la activación del sistema inmunitario contra la α-lactoalbúmina era segura y eficaz para prevenir los tumores de mama en ratones. La investigación, publicada originalmente en la revista científica “Nature Medicine”, fue financiada en parte por donaciones filantrópicas de más de 20 mil personas durante los últimos 12 años.

“Era la esperanza del doctor Tuohy que esta vacuna demostrara el potencial de la inmunización como una nueva forma de controlar el cáncer de mama, y que algún día se pudiera aplicar un enfoque similar a otros tipos de malignidad”, agregó Budd.

El más complejo entre los diferentes tipos de cáncer de mama

El cáncer de mama triple negativo es un tipo de mal oncológico en el cual, los tejidos de las pacientes no tienen ninguno de los tres receptores que por lo general se usan para combatir a las células dañinas que se quieren eliminar. Las quimioterapias más usadas inciden o atacan las células cancerosas en mama a través de receptores en las hormonas femeninas estrógeno y progesterona y en una proteína llamada factor de crecimiento epidérmico humano (HER2). Actualmente se usan inmunoterapias para atender a este grupo de personas y se estudia el posible uso de vacunas.

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FuenteEsta nota fue realizada por LA CRÓNICA . Aquí puedes leer la original.
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