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En su autobiografía, publicada en diciembre, la alpinista profesional y ex-Miss Finlandia Lotta Hintsa describe brevemente un incidente desagradable ocurrido con un “escalador muy famoso” al que no identificó.

En marzo de 2023, durante una conversación de negocios en la suite del hotel donde se hospedaba el escalador en Katmandú, Nepal, el hombre besó a Lotta “sin la menor advertencia”, señala el libro, cuyo título original en finés significa Las montañas de mi vida 2. “La situación fue absurda, irreal y desagradable”, escribió.

Sin embargo, en entrevistas con The New York Times, Hintsa comentó que su experiencia fue aún más perturbadora de lo que describe en el libro. Su historia muestra una preocupación que las mujeres del mundo del alpinismo han comenzado a expresar más abiertamente.

Hintsa explicó que el hombre era Nirmal Purja, cuyo exitoso proyecto de 2019 para escalar los 14 picos de 8000 metros que hay en el mundo en un tiempo récord fue difundido en un popular documental de Netflix. La alpinista dice que la llevó a la habitación, le quitó la camisa, los shorts y la ropa interior especial, e intentó quitarle el sostén. Señaló que ella le dijo varias veces que no, ofreciendo excusas para que se detuviera sin agitarse. El episodio, dijo, terminó con él masturbándose junto a ella.

Hintsa, de 35 años, recuerda haber pensado en ese momento: “Tengo que salir de esta y hacer como si no hubiera pasado nada”.

Lotta Hintsa stands before a wall of rock and ice, her gloved hands in the pockets of a light-blue puffer coat and a magenta hat on her head.
Lotta Hintsa, alpinista finlandesa, describe una inquietante experiencia con el famoso escalador y guía Nirmal Purja.Credit…Saara Mansikkamaki para The New York Times

A través de su abogado, Philip M. Kelly, Purja rechazó dar una entrevista. En una declaración escrita, Kelly afirmó que Purja “niega categóricamente las acusaciones de haber cometido alguna ofensa. Estas acusaciones son falsas y difamatorias”.

A medida que el montañismo de gran altitud ha ido ganando popularidad, las mujeres se han vuelto cada vez más visibles, y sobresalientes, en un deporte que sigue siendo dominado por los hombres. Las estadísticas del Everest reflejan esta tendencia: el año pasado, 65 mujeres alcanzaron la cima —alrededor del 10 por ciento de los escaladores que lo hicieron— frente a 45 en 2013 y solo 10 en 2003, según datos de Himalayan Database.

Sin embargo, en años recientes, la comunidad de escaladores ha reconocido que este deporte conlleva riesgos invisibles, especialmente para las mujeres. Cada vez más mujeres en el deporte (que incluye todo desde escalada en roca en interiores hasta ascender picos nevados) están alzando la voz para hablar sobre momentos que han descrito como inquietantes o peores.

En 2019, un grupo de escaladoras profesionales abrió una cuenta de Instagram “sobre las fotos, mensajes y solicitudes ridículas e inapropiadas que recibimos”, escribió una de ellas en una publicación. La cuenta, cuyas creadoras explican que fue cerrada por Instagram, compartía capturas de pantalla de mensajes de acoso enviados a mujeres que practican este deporte.

En febrero, un escalador de 39 años llamado Charles Barrett fue declarado culpable de tres cargos de abuso sexual por agredir repetidamente a una mujer que visitaba el Parque Nacional de Yosemite durante una excursión de fin de semana en 2016. El fiscal del Distrito Este de California afirmó en un comunicado que Barrett había “utilizado su renombre y presencia física como escalador para atraer e intimidar a las víctimas, que formaban parte de la comunidad de escaladores”.

Y en entrevistas con el Times, Hintsa y otra mujer (una antigua clienta de la empresa de guías de gran altitud de Purja) describieron experiencias ocurridas en años recientes en las que él las besó sin su consentimiento, les hizo insinuaciones agresivas o las tocó sexualmente en contra de sus deseos. Explicaron haber sentido impotencia, además de miedo de enfadar a Purja.

April Leonardo describió cómo Purja entró en su tienda sin invitación durante una expedición al K2.Credit…Rachel Bujalski para The New York Times

“No sabía qué hacer”, recuerda April Leonardo, una médica de Quincy, California. Ella cuenta que durante una expedición al K2, la segunda montaña más alta del mundo, Purja la sujetó, la besó y le hizo propuestas en repetidas oportunidades. “Estoy en una escalada loca. Él es mi guía. No quiero hacer nada que me ponga en peligro”.

La declaración del abogado de Purja también negaba categóricamente las acusaciones de Leonardo.

Poco después de los encuentros que las mujeres afirmaron que tuvieron con Purja, ellas compartieron sus historias con amigos y familiares y les enviaron mensajes de texto sobre sus experiencias. El Times examinó los mensajes de texto y confirmó las conversaciones con esas personas.

El mundo de las actividades recreativas al aire libre ha comenzado a abordar el acoso y el abuso sexual, aunque de manera vacilante. En 2018, como respuesta al movimiento #MeToo, miembros de la comunidad de escaladores de Estados Unidos crearon una iniciativa llamada #SafeOutside (a salvo al aire libre) para estudiar el alcance del problema en este deporte. Los organizadores encuestaron a más de 5000 escaladores de más de 60 países y descubrieron que el 47 por ciento de las mujeres y el 16 por ciento de los hombres afirmaron haber sido objeto de comportamientos sexuales no deseados mientras escalaban. Y hace unos meses, The Mountaineers, un grupo de recreación al aire libre del noroeste del Pacífico, creó un comité asesor de prevención del acoso y las agresiones sexuales para abordar el riesgo entre sus 15.000 miembros.

Pero, para las mujeres, sentirse agraviadas en este deporte no es nada nuevo.

“Es la posición más vulnerable en la que puedo imaginarme”, dijo Alison Levine, capitana de la primera expedición femenina estadounidense al Everest en 2002. Ella afirma haber sufrido abusos verbales y comportamientos amenazantes por parte de un guía durante ese viaje. Las alpinistas dieron media vuelta antes de llegar a la cumbre porque las condiciones meteorológicas empeoraron.

“Lo más desafiante, lo más aterrador y la mayor causa de ansiedad y miedo en esa montaña fue un ser humano, no el entorno”, continúa Levine. Ella no volvió a las grandes montañas durante otros cinco años, pero en 2010 regresó al Everest y esa vez alcanzó la cumbre.

“El propio entorno ya conlleva un enorme riesgo inherente”, dice. “Y es más aterrador cuando añades el riesgo generado por las relaciones interpersonales”.

El mes pasado, cientos de alpinistas ascendieron al Everest y otros picos del Himalaya. Por encima de los 8000 metros, los escaladores ingresan en lo que se conoce como “la zona de la muerte”, donde no hay oxígeno suficiente para sustentar la vida humana durante mucho tiempo y se exponen a peligros como la congelación, las cascadas de hielo, las grietas y los edemas pulmonares o cerebrales por la altitud. Dieciocho alpinistas murieron en el Everest durante la temporada de primavera de 2023; este año ya han fallecido cinco y se ha reportado la desaparición de tres.

Los clientes pagan decenas de miles de dólares para intentar realizar estos ascensos —las expediciones al Everest comienzan en unos 40.000 dólares, con experiencias más lujosas que pueden alcanzar montos de hasta seis cifras— y confían sus vidas a los guías.

Con más de dos millones de seguidores en Instagram, Purja, de 40 años, es una de las figuras más reconocidas e influyentes del alpinismo. Conocido como Nims, es ciudadano naturalizado del Reino Unido, donde vive con su esposa y su hija pequeña. En Nepal, donde nació, es venerado como el tipo de superestrella del alpinismo que el país no había visto desde que Tenzing Norgay completó la primera ascensión al Everest en 1953 junto a Sir Edmund Hillary.

Nirmal Purja, shown from the chest up, speaking and gesturing with his hands in a dark puffer jacket and baseball cap.
Purja, exsoldado y estrella del alpinismo, es un héroe nacional en Nepal, donde nació.Credit…Aamir Qureshi/Agence France-Presse — Getty Images

Con su empresa de guías, Elite Exped, Purja ha contribuido a abrir paso a una nueva era de escalada comercial en los picos más altos del mundo. A través de las redes sociales ha animado a las mujeres a participar.

Purja ha guiado a clientas de alto perfil como Asma Al Thani, de la familia real catarí, y la modelo rusa Victoria Bonya. “Gracias por inspirarme a superar mis límites. Estoy agradecida por todo lo que me has enseñado”, publicó en el otoño pasado una escaladora suiza llamada Christine Vogondy en Instagram, junto con una foto de ella y Purja en la cima del Gasherbrum I en Pakistán.

Hintsa, quien se convirtió en escaladora profesional en 2018, se cruzó con Purja en los campamentos base de Nepal y Pakistán mientras hacía el circuito de escalada. Comenzaron a escribirse de manera intermitente, hablando sobre las expediciones que realizaban, y Purja la invitó a formar parte de su empresa como guía.

La revisión que el Times hizo reveló que Purja a menudo coqueteaba en esos mensajes de texto, y en sus conversaciones con Leonardo. Las mujeres a veces respondían con bromas, y Hintsa, quien es exmodelo de trajes de baño de Sports Illustrated, una vez le envió una foto suya de la revista. Sin embargo, a menudo cambiaban de tema o no respondían.

Hintsa y Purja acordaron reunirse en Katmandú en marzo de 2023 para hablar de la posibilidad de trabajar juntos en una expedición que Hintsa estaba organizando. La alpinista recuerda que Purja sugirió tomar un café en la suite del hotel donde se estaba alojando para evitar la atención que recibiría en el vestíbulo.

Hintsa explica que, dado el tono de algunos de los mensajes de texto que habían intercambiado anteriormente, ella trató de establecer límites claros. Dijo que le envió un mensaje de WhatsApp para aclararle que no se trataba de “un acostón” y que él estuvo de acuerdo. Hintsa ya no tiene estos mensajes, porque la aplicación de Purja estaba configurada para que desaparecieran después de siete días.

An aerial view of Kathmandu, Nepal.
Hintsa se reunió con Purja en un hotel de Katmandú, Nepal, para lo que, asegura, sería una reunión de negocios, no “un acostón”.Credit…Saumya Khandelwal para The New York Times

El 30 de marzo, en la suite que Purja tenía en el Marriott, Hintsa recordó haberse sentido “congelada” y “confundida” cuando él la llevó a la cama. Dijo que sintió como si estuviera teniendo una experiencia extracorpórea mientras él le quitaba la ropa aunque ella seguía negándose. Le dijo que tenía la regla, pero él no se detuvo. En cierto momento, le tocó la vagina.

“No puedo hacer que entienda. Está en un estado de extrema excitación en el que un ‘no’ no significa nada”, relata Hintsa. Comentó que tenía miedo de agitarlo debido a su fuerza y al entrenamiento que había recibido en el ejército británico, incluidas sus fuerzas especiales.

Dijo que Purja parecía frustrado porque ella no dejaba de negarse, y que pareció perder el interés cuando ella se resistió físicamente a que le quitara el sostén. Describió que se sintió aliviada cuando él empezó a masturbarse, con la esperanza de que el episodio terminara pronto.

A continuación, Purja se duchó, lo que le dio tiempo para tranquilizarse y vestirse. Salieron de la habitación y él le enseñó la tienda que tiene en el Marriott. Después pidió a un chófer que la llevara a su hotel. Él se comportaba como si no hubiera pasado nada.

Ese mismo día, Hintsa le envió un mensaje de texto a una amiga en el que le contaba su experiencia. El Times tuvo acceso a este mensaje. Más tarde, se lo contó en persona a su amiga Heidi Paananen, quien confirmó la conversación.

Krishna Bahadur Tamang, un chófer de Purja, afirmó en una declaración escrita facilitada por el abogado de Purja que esa mañana lo llevó al Marriott. Dijo que Purja volvió al vehículo “en menos de 20 minutos”. Hintsa recuerda haber estado en el hotel con Purja cerca de una hora, y aportó fotos con la hora marcada que tomó ese día mientras iba camino a encontrarse con él y en su tienda. Estas corroboraron la versión de ella.

Hintsa no hizo negocios con la empresa de Purja.

Los deportes al aire libre tienen factores de riesgo únicos para la conducta inapropiada y el acoso sexual, dijo Gina McClard, una abogada de Oregón especializada en la prevención de la violencia de género. En 2019, ella cofundó una consultoría llamada Respect Outside que trabaja con grupos de recreación al aire libre, como clubes de montañismo y servicios de guías, abordando temas como políticas, procedimientos y capacitaciones para prevenir el acoso sexual y la discriminación.

Estas actividades pueden involucrar expediciones de semanas a lugares remotos, donde los participantes viven y duermen en espacios reducidos. La cultura que rodea a los deportes al aire libre, que celebra la superación de los límites y glorifica a quien logra hazañas poco comunes, también puede crear situaciones en las que el comportamiento inapropiado no enfrente ninguna consecuencia, explicó.

“Gran parte del sector de las actividades al aire libre sigue girando en torno a un círculo de hombres influyentes”, dice McClard en un correo electrónico. “Si no te ajustas a cómo se hacen las cosas te pueden excluir, te dejan afuera del club”.

El Capitan, the granite monolith, in Yosemite National Park.
En febrero, un escalador llamado Charles Barrett fue declarado culpable de tres cargos de abuso sexual por agredir a una mujer durante una excursión al Parque Nacional de Yosemite.Credit…Jim Wilson/The New York Times

Barrett, el escalador que este año fue condenado por abuso sexual, fue sentenciado a cadena perpetua el 28 de mayo. Según archivos judiciales difundidos por Outside Magazine, Barrett fue procesado, en parte, debido a la encuesta #SafeOutside de 2018. La mujer a la que había agredido respondió a esta encuesta diciendo que había sido violada por un “conocido escalador profesional de California” en un viaje a Yosemite; otra dijo que había sido agredida sexualmente por un huésped de un escalador profesional al que estaba visitando. Los organizadores de la encuesta las buscaron para averiguar más y las pusieron en contacto luego de que ambas identificaran a Barrett como el agresor. La excursionista de Yosemite denunció a Barrett a las autoridades en 2020.

Barrett era un personaje conocido entre la comunidad de escalada en roca de California. Había escrito guías sobre escalada tipo búlder en áreas populares del estado como Mammoth y Bishop y ascendió por rutas difíciles con el famoso escalador estadounidense Alex Honnold. Un perfil publicado en 2016 por Climbing Magazine que luego fue retirado de su sitio web― describía a Barrett como “un maestro de la escalada en California”.

En el momento de la agresión a la escaladora, él vivía y trabajaba en Yosemite. Según la fiscalía, Barrett la “violó violentamente” tras invitarla al bosque a ver una lluvia de meteoritos, además de agredirla durante una excursión y en la zona de alojamiento de los empleados. Otras tres mujeres, incluida la otra encuestada, declararon en el juicio que él las había agredido sexualmente. Esos incidentes ocurrieron fuera de la jurisdicción federal, y los fiscales estatales no presentaron cargos.

Basándose en su trabajo con grupos del sector de las actividades al aire libre, McClard explica que las políticas de las empresas generalmente se limitan a la seguridad física de clientes y empleados, excluyendo su seguridad psicológica o emocional. La mayoría de las pequeñas empresas de actividades al aire libre carecen de departamentos internos de recursos humanos, y las grandes empresas del sector no han invertido ni el tiempo ni el dinero que, en opinión de McClard, requiere este tema.

“No existe un movimiento que abarque todo el sector”, afirma. “Creo que estamos solas en lo que respecta al acoso sexual en el sector de las actividades al aire libre”.

Leonardo, la médica californiana de 41 años, conoció a Purja en 2021 en una casa de té de Nepal, antes de hacer cumbre en el Everest con otra empresa. Más tarde se enteró de que él estaba organizando una ascensión guiada al K2 para el verano siguiente. Atraída en parte por el peligro de la ascensión, se inscribió y pagó 55.000 dólares por el viaje de dos meses, que comenzó en junio de 2022.

Tras llegar al campamento base del K2, a más de 5000 metros de altura, el equipo realizó una puja, una ceremonia para presentarle sus respetos a la montaña y pedirle una ascensión segura. Relató que durante la celebración posterior, mientras buscaba una bolsa de basura, se encontró con Purja, quien la llevó a una tienda almacén para darle una. Cuando ella se dio la vuelta para marcharse, Purja la tomó del brazo, y la besó. Recuerda que Purja le dijo: “Serás mía”. Aturdida y sin saber qué hacer, se marchó.

“Siento que tengo que evadirlo y evitar que pase algo, pero tengo miedo de hacer o decir algo al respecto”, dijo Leonardo sobre lo que pensó en ese momento. Otro escalador que estaba en la montaña en ese momento dijo que Leonardo le contó que había tenido esa interacción con Purja, y le dijo que no quería estar a solas con él. Esta persona pidió no ser mencionada por temor a repercusiones profesionales o personales.

An aerial view of K2 base camp, snow-covered and dotted with colorful tents.
El campamento base del K2. Leonardo dijo que su experiencia con Purja empañó el logro de hacer cumbre en el segundo pico más alto del mundo.Credit…Sayed Fakhar Abbas/Agence France-Presse — Getty Images

En otra ocasión, según Leonardo, Purja se presentó en su tienda sin haber sido invitado. Ella estaba en su saco de dormir, en camisa y ropa interior, recordó, y él se puso en cuclillas junto a ella y dijo que quería mirar su rodilla, que se había lesionado. Purja metió la mano en su saco de dormir; esto la hizo sentir pánico, por lo que rápidamente sacó la pierna. Afirmó que él la besó y que después tomó su mano y se la puso en la entrepierna, obligándola a sentir su pene erecto a través de los pantalones. Dijo sentirse atrapada en su saco de dormir, sin poder salir, porque no estaba vestida.

Según Leonardo, Purja le dijo que quería acostarse con ella, pero que tenía que esperar a que no hubiera nadie. Luego se marchó.

También dijo que, en otra ocasión, Purja la sujetó del brazo mientras caminaba sola por el campamento y le preguntó: “¿Cuándo puedo montarte?”. Él sugirió ir a su tienda, pero ella se excusó.

Durante el viaje, Leonardo le envió un mensaje de texto a su padre, Leon Leonardo, diciendo que Purja no dejaba de intentar tener sexo con ella. “No está bien”, escribió en el mensaje, que fue revisado por el Times.

Dos empleados de Elite Exped presentes en la expedición al K2 de Leonardo, Chandra Bahadur Tamang, jefe de cocina, y Ramesh Gurung, guía principal, señalaron en declaraciones facilitadas por el abogado del Purja que ellos se encargaban de la seguridad de la tienda almacén porque había objetos de valor adentro, y que Purja nunca entró en ella durante la expedición. Leonardo dijo que a menudo había gente alrededor de la tienda, pero que cuando ella y Purja entraron no había nadie.

Otro guía, Pasang Tendi Sherpa, afirmó en una declaración que Purja “no estuvo en ningún entorno privado” con Leonardo durante el viaje. Esta declaración no explica cómo sabía esto, y él no respondió a las solicitudes de entrevista. Gurung no accedió a una entrevista. El Times no pudo contactar a Chandra Bahadur Tamang.

Durante varios meses después del viaje, Leonardo tuvo intercambios cordiales de mensajes de texto con Purja, en parte porque estaba esperando el reembolso de algo de equipo que se había perdido, dijo. No volvió a verlo.

Las mujeres que hablaron sobre Purja con el Times explicaron que no sabían qué recursos tenían. Elite Exped es una pequeña empresa dirigida por Purja, y ya que los incidentes ocurrieron fuera de sus países de origen, las mujeres no estaban seguras de qué hacer. No alertaron a la policía ni a otras autoridades.

Hintsa explicó que cuenta su historia con la esperanza de que el deporte del montañismo, dominado por los hombres, se vuelva más seguro para las mujeres. Solo con el tiempo ha llegado a comprender los efectos de su experiencia.

“No estaba consciente de las cicatrices que me había dejado”, dijo. “Me ha hecho darme cuenta de que no solo la caída de rocas o las avalanchas son peligrosas para una escaladora”.

La carrera de Purja ha seguido en ascenso. Como rostro del montañismo de gran altitud, ha colaborado con grandes empresas como Red Bull y Nike, que el pasado invierno sacó a la venta una colección de ropa inspirada en Purja llamada 8K Peaks, y utilizó su imagen en una descomunal valla publicitaria de Manhattan. En diciembre recibió un doctorado honoris causa de la Universidad inglesa de Loughborough. Marcas de equipo para actividades al aire libre como Grivel, Osprey y Scarpa han trabajado con él en productos de marca compartida.

Leonardo dijo que el logro de hacer cumbre en el K2, se vio empañado por la experiencia que vivió. Ella espera que compartir su historia ayude a otras mujeres a evitar situaciones similares.

“No puedo permitir que siga ocurriendo”, dijo. Y agregó: “No quiero que otra mujer tenga que pasar por esto”.

Johanna Lemola y Bhadra Sharma colaboraron con reportería. Kitty Bennett colaboró con investigación.

Jenny Vrentas es reportera del Times especializada en dinero, poder e influencia en el deporte. Más sobre Jenny Vrentas

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FuenteEsta nota fue realizada por NY TIMES. Aquí puedes leer la original.
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