“La violencia por parte de una pareja íntima es la forma más común de violencia contra mujeres en el mundo, causando problemas de salud física y mental. Pero las víctimas de violencia familiar y/o doméstica no son exclusivamente mujeres”, OMS.bolsa de pierna decathlon
Adidas Stan Smith
sadarināšanās gredzeni
χρυσσες πλατφορμες
napihljivi fotelj merkur
nike air zoom pegasus 36 w
replika spor ayakkabı toptan
ted baker aurinkolasit
moschino tričko
νακ παπουτσια πεδιλα
fiitgonline.com
Según datos de ONU-MUJERES, a escala mundial, el 35 por ciento de las mujeres ha experimentado la violencia física o sexual por parte de una pareja íntima, alguna vez; pero de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, las víctimas de violencia familiar y/o doméstica no son exclusivamente mujeres, pues en ocasiones los hijos e hijas, abuelos u otros miembros de la familia pueden verse afectados también.
En México, de acuerdo con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), poco más del 33.2 por ciento de los delitos en el país son cometidos en contra de mujeres y las lesiones dolosas contra ellas representan alrededor del 55 por ciento. La violencia familiar fue uno de los delitos con mayor incidencia en 2021 y 2022, y de las mujeres que llamaron a la línea de emergencia, más del 80 por ciento refirieron ser agredidas por un hombre, siendo el cónyuge o la pareja el responsable en el 42 por ciento de los casos y la ex pareja en el 21 por ciento.
Y lo que resulta aún más lamentable, es que, en la mayoría de los casos, las mujeres víctimas de violencia en el hogar no saben a dónde acudir. Según la ENDIREH 2021, solo el 20 por ciento de las mujeres víctimas de violencia, en el periodo analizado, solicitó apoyo o denunció a su agresor, quedando un 80 por ciento sin protección y evidenciando la urgente necesidad de ampliar la red de albergues y refugios para todas ellas.
Por su parte, la Red Nacional de Refugios ha sido enfática al señalar que la cifra negra de violencia contra las mujeres en México es de casi 90 por ciento, mientras la cantidad de refugios y albergues sigue siendo insuficiente, lo cual resulta indigno y de urgente atención.
En ese sentido es que nuevamente propuse ante el Congreso de la Ciudad de México, que las diversas Alcaldías cuenten con suficientes Casas de Emergencia y Centros de Refugio para atender el llamado de auxilio y asilo de todas esas mujeres violentadas, maltratadas y abusadas que, junto con sus hijas e hijos, ya no se encuentran seguras en su hogar y tienen la necesidad de salvaguardarse.
Por otra parte, se ha comprobado que existe una conexión entre la violencia doméstica y el maltrato animal, pues algunos estudios concluyeron que el 71 por ciento de las mujeres que acudieron a una casa de acogida y tenían un animal de compañía, referían que su agresor había herido, amenazado o matado a éste como venganza o represión contra ellas; también que una gran cantidad de mujeres maltratadas han referido agresión contra sus animales y que, en muchas ocasiones, ellas se niegan a abandonar el hogar por no dejarlos en el abandono y el desamparo, al ser considerados un miembro más de la familia.
En ese sentido, la propuesta que presenté en materia de refugios para mujeres víctimas de violencia, propone también que sus animales de compañía sean considerados como víctimas indirectas de esa violencia para que éstos puedan ser admitidos en las casas de emergencia y centros de refugio junto con las agredidas, cuando sea necesario.
De lo que se trata es de que no haya solo una o dos casas de emergencia o solo uno o dos centros de refugio para las mujeres víctimas de violencia en cada Alcaldía, sino de que existan todos los que sean necesarios para que ninguna mujer tenga que quedarse sin un lugar seguro al que pueda asistir cuando lo necesite, en compañía de sus hijas, hijos y animales de compañía.
