En una de cada cinco atenciones que ha dado la Red de Refugios en los últimos dos meses, la persona que llama no es la mujer violentada directamente sino alguien de su red de apoyo.
La maestra de Juanito (nombre confidencial) recibió un mensaje de la mamá del niño pidiéndole orientación porque él se estaba comportando muy agresivo. A ella le extrañó porque eso no era normal, entonces decidió llamarle por teléfono a la señora y preguntarle si todo estaba bien. La respuesta fue “no”, pero no hubo mucho más. Estaba en casa con su pareja, que ya la había golpeado alguna vez hasta romperle dos costillas, así que no podía hablar frente a él.
Entonces, la profesora solo le dijo que estuviera pendiente de su celular, colgó y le mandó una imagen de la Red Nacional de Refugios para mujeres víctimas de violencia que decía qué hacer en esos casos y que en cuanto pudiera salir de su casa, había un lugar donde podían acogerla para escapar de la situación que estaba viviendo.
La mamá de Juanito había notado que su pareja incluso había puesto a otras personas a vigilarla desde coches estacionados afuera de la casa que compartían. Pero en un momento que no vio los coches, tomó a Juanito y a su otra hija para ir a la tienda de la esquina. Desde ahí llamó a la maestra y le confirmó que necesitaba ayuda. Ella a su vez contactó a la Red, que se encargó de rescatarla y darle acogida.
“Lo primero que dijo mi hijo cuando entramos a la casa fue ‘ya estamos seguros’, y yo me solté a llorar porque sentí mucho alivio. Llevábamos semanas sin dormir, sin dormir bien, llegar ahí fue como unas vacaciones”, contó la mujer, en un testimonio facilitado por la Red de Refugios.
Así como la maestra de Juanito fue quien pidió ayuda para la mamá del niño, en una de cada cinco atenciones que la Red ha dado en los últimos dos meses, la persona que llama no es la mujer violentada directamente, sino alguien de su red de apoyo ya que ella no puede pedir auxilio porque se encuentra confinada con su agresor.
“Esto refleja lo que en diversas ocasiones hemos declarado desde la Red Nacional de Refugios, entre más tiempo se extienda el periodo de confinamiento menos posibilidades tendrán las mujeres de llamar, mandar mensaje y, por lo tanto, de realizar denuncias como algunas instancias gubernamentales y el propio presidente esperan suceda para reflejar que en realidad las violencias contra las mujeres han incrementado en el periodo del COVID-19”, señaló la Red en un comunicado.
En un nuevo balance de estas organizaciones civiles, a falta de información oficial de las dependencias encargadas de atender la violencia contra las mujeres, la Red informó que del 17 de marzo al 17 de mayo —desde que se suspendieron clases por la emergencia sanitaria— ha brindado 11 mil 131 atenciones a mujeres, niñas y niños, ya sea con apoyo en los albergues u orientaciones por teléfono y redes sociales, lo que representa un incremento de 70% respecto al mismo periodo de 2019.
En los Refugios como tal, Casas de Emergencia y de Transición (que son solo para unos días mientras la mujer encuentra una opción donde ir), y en los Centros de Atención Externa (donde dan asesorías psicológicas, jurídicas y otras), la Red ha acompañado y atendido a 6 mil 978 personas: 65% mujeres adultas y 35% de niñas y niños.
El 5% de esos menores de edad fueron víctimas de abuso sexual o violación durante el confinamiento.
“El concepto de fraternidad familiar expuesto por el presidente de México resulta ilusorio”, sentenció la Red. “El 48% de las hijas e hijos de las mujeres que solicitaron apoyo fueron víctimas de agresiones dentro de sus casas durante el periodo de cuarentena, por lo que no en todas las familias mexicanas se convive con armonía”.
Los refugios han tenido que rescatar de sus casas a 19 mujeres que estaban en grave riesgo ante la violencia del hombre con el que vivían. Un caso fue en Hidalgo, otro en Guerrero, dos en Chiapas, dos en Puebla, dos en Morelos, cuatro en el Estado de México y siete en la Ciudad de México, el porcentaje más amplio. Esto a pesar de que durante abril la Línea Mujer de Locatel CDMX reportó una disminución de 7.8% de llamadas de emergencia y, como dio a conocer Animal Político, ese mes hubo un desplome de más de la mitad en las primeras atenciones brindadas por los Centros de Apoyo a la Violencia Intrafamiliar (CAVI) y los Centros de Justicia para las Mujeres (CJM).
“Lo cual muy probablemente está relacionado con el 20.21% de las mujeres que nos han compartido que ya habían solicitado anteriormente apoyo a otra instancia, pero no recibieron el auxilio esperado”, señaló la Red.
La mayoría de Refugios ha tenido un aumento de 50% de ingresos de víctimas, sin recibir ningún aumento de presupuesto con motivo de la contingencia.
Por teléfono y redes sociales han hecho contacto 4 mil 153 personas: 7 de cada 10 (el 69%) son las propia mujeres víctimas; otras 2 (el 19%) son los padres o madres, hermanos/as, hijos/as, vecinos/as o amigos/as, preocupados por la situación de su conocida; y en 1 de cada 10 casos (el 9%) quien llama es el hombre. Además, 2.85% de las atenciones fueron para instancias de gobierno que pidieron orientación o intervención sobre la situación de una mujer.
La Red advirtió también que ha recibido llamadas en las que las mujeres dicen estar sufriendo violencia durante la cuarentena pero prefieren dejar que pase la emergencia sanitaria porque tienen miedo de que al salir y trasladarse a otro lugar puedan contagiarse ellas y sus hijas e hijos de COVID-19.
“El Gobierno Federal ha empezado a hablar de iniciar la ‘nueva normalidad’, sin embargo, hay dos puntos importantes a reflexionar, el principal es que las mujeres y niñas lastimadas y agredidas durante la cuarentena no regresarán a la normalidad, incluso quienes fueron asesinadas ya no regresarán. El segundo es que seguimos sin tener o por lo menos conocer, por parte del Gobierno mexicano un protocolo de actuación integral coordinado e intersectorial con enfoque de género, derechos humanos e interculturalidad para atender los impactos y secuelas que el COVID19 ha dejado y seguirá dejando (aún después de levantarse la etapa del confinamiento) en la vida de las mujeres mexicanas”, subrayó la organización.
El caso de la mamá de Juanito ilustra que sí hay opciones para las mujeres que están encerradas e incluso vigiladas por sus agresores.
—¿Qué mensaje le podrías dar a las mujeres que están ahora en la cuarentena por COVID-19 en sus casas y que lamentablemente están conviviendo con sus agresores?— se le preguntó.
“Es muy difícil salir de una situación de violencia, es muy difícil identificar el poder que como mujeres tenemos. Nuevamente nos desarman, nos dejan sin nada. Pero sí se puede, sí se puede, las mujeres que están en esa situación posiblemente no sepan que ya hay lugares en donde nos pueden ayudar, nos pueden apoyar y en donde nos cobijan. Y en donde es un lugar en donde uno se siente seguro”, fue su mensaje para otras mujeres como ella.
La Red de Refugios puede ser contactada por teléfono o WhatsApp al 55 64 73 3004, en Facebook @RedNacionaldeRefugiosAC o Twtitter @RNRoficial.
Toda la información e imágenes son de ANIMAL POLÍTICO.
Link original: https://www.animalpolitico.com/2020/05/familiares-amigos-mujeres-llamadas-auxilio/