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Igual que en muchos otros ámbitos, en un set de filmación, hombres y mujeres pueden pasar muchas horas juntos. Pero el ambiente de trabajo resulta peculiar a la luz de las denuncias que ha habido de acoso y abuso sexual en el mundo del cine. Sin embargo, prácticamente no existen protocolos que eviten o castiguen casos de abuso o acoso sexual en los sets mexicanos.

Sólo algunas compañías productoras como Traziende (Cómo cortar a tu patán) desde contrato toman medidas al respecto.

Y las escuelas de cine; ENAC de la UNAM y el CCC, donde se han reportado algunos casos, cuentan con procesos para seguir.

Mariana Félix, quien lleva 12 años en la industria y trabajado en proyectos televisivos como Hasta que te conocí, El César y la cinta Gloria, ha codiseñado con la guionista Paulina Romo el taller Filmando No Acosando, pero hasta ahora no se ha concretado un protocolo con producción alguna.

El proyecto lo creó alentada por su propia experiencia laboral, en donde como varias mujeres, señala, ha sido violentadas de alguna manera. “Nace de específicas historias de abuso de poder y hostigamiento sexual; hay que entender que en un mismo saco están cosas como el vocabulario, no sólo es que te toquen de forma inadecuada.

“Cuando una mala experiencia de estas ocurre, no hay realmente a quién acudir. Si esto pasa en una empresa, se va con Recursos Humanos; aquí (el cine) se acude a las cabezas de departamento o producción y que no necesariamente entienden o están sensiblizados, no hay estructura para resolver eso”, considera Félix.

Subraya que más allá de castigar, la comunidad debe entender los conceptos que saltaron a la palestra con el movimiento #metoo en redes sociales mexicanas.

“Estos comportamientos están súper arraigados y como no los entendemos se vive en la ignorancia de que es un tipo de violencia; para quien sí sabe, es fácil ocultarlo”.

Lo que hay. La casa productora Traziende (Como novio de pueblo), desde el contrato mantiene cláusulas referidas al abuso o acoso durante los rodajes de sus cintas.

El mismo detalla que el acoso sexual puede referirse, más no limitarse, a cosas como bromas o chistes ofensivos de género, y contacto físico no deseado, incluyendo las palmadas. A quien sea sorprendido o se le comprueben esas actitudes, señala el texto, es despedido.

“Tratamos el tema al inicio de la preproducción y le damos al crew (técnicos) y cast (elenco) la posibilidad de denuncia anónima en nuestras propias redes y correos”, señala Mónica Vargas, productora y socia de la compañía.

La Escuela Nacional de Artes Cinematográficas de la UNAM (ENAC, antes CUEC) y el Centro de Capacitación Cinematográfica reportan al menos un caso en los últimos años. Ambas instituciones cuentan con protocolos alusivos.

Mientras la ENAC se apoya con la Unidad Para la Atención y Seguimiento de Denuncias de la UNAM; el CCC se adhiere al marco protocolario de la Secretaría de Función Pública para la prevención, atención y sanción del hostigamiento sexual y acoso sexual de 2016.

“Con nosotros pasó algo con un trabajador, que hemos seguido con confidencialidad porque las personas tienen derecho a eso y fue separado”, señala Maricarmen de Lara, directora de la ENAC.

“Yo no decido, se toma nota, se hace una investigación por parte de la UNAM y ella dice cómo proceder; una trabajadora que fue violentada sigue trabajando aquí”, subraya la directiva.

Un comunicado del CCC afirma que sus autoridades han participado en talleres de sensibilización. “Actualmente se está reconfigurando el Comité de Igualdad de Género que elaborará un protocolo que atienda la naturaleza de las actividades de la escuela”, señala.

Ernesto Contreras, presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas acepta que en el medio fílmico se sabe de casos, pero nunca ha conocido algo en sus rodajes o cercanos. “Siempre he hecho un casting riguroso para mis equipos, en primer lugar con un sentido que debe haber una comunicacion buena con todos los colaboradores y eso genera que mis equipos sean respetuosos y comprometidos”, destaca el cineasta.

“Es sabido que en el medio pasa, pero tambien es importante estar muy consciente de que los tiempos han cambiado muchísimo y que a lo mejor antes algo que no estaba mal visto, ahora son (cosas) delicadas; hay códigos para comportarnos en el trabajo, como en cualquier otro sitio”, comenta Contreras.

El mes pasado los festivales de cine en Los Cabos y Morelia se comprometieron a diseñar protocolos y espacios seguros para las mujeres que ejerzan distintas labores en el marco de sus actividades.

Toda la información e imágenes son de el universal.
Link original:  https://www.eluniversal.com.mx/

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