La movilidad social, el cambio ascendente o descendente que experimenta una persona al pasar de un nivel socioeconómico a otro, es menor en las mujeres que en los hombres, señaló el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).
En un análisis en la materia, basado en el Módulo de Movilidad Social Intergeneracional 2016 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, refiere que el nivel de escolaridad de las personas de 25 a 64 años se relaciona directamente con el logro educativo de quien fue su proveedor principal en la familia, pero aun cuando hombres y mujeres tienen un tutor con estudios superiores, ellas están más rezagas pues el 69.5 por ciento alcanza la universidad contrario a los varones, el 75.1 por ciento.
Respecto a la ocupación, los hombres son los que mejor percepción tienen sobre su situación actual respecto a la que tenían en su familia de origen, sobre todo si se encuentran ocupados como empleados en el gobierno federal (63.2 por ciento) y como trabajadores por cuenta propia (57.2 por ciento).
En el caso de ellas esta situación de mejora la manifestaron las que se ocupan como patronas o empleadoras (62.8 por ciento) y las que trabajan por su cuenta (59 por ciento). En tanto, el 58.7 por ciento de las mujeres que nunca han tenido un trabajo remunerado, señalan encontrarse en una mejor situación socioeconómica en comparación con su familia de origen; en contraste, de los hombres en esta condición sólo el 27.1 por ciento expresó estar mejor.
El instituto refiere que el mayor nivel de escolaridad de las mujeres tiende a reflejarse en menor medida que en los hombres, en relación con la percepción de mejora en el nivel de su trabajo. El 29.4 por ciento de ellas que cuentan con estudios universitarios se observan en trabajos con mejor nivel respecto a su persona proveedor, en cambio es mayor en los hombres esta percepción (38.9 por ciento).
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