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Un día dijo “basta”. Melissa Viviane Jefferson, a la que hoy todos conocemos como Lizzo, se cansó de no ser nunca lo suficientemente buena para los demás y de odiarse a sí misma por no tener un cuerpo que encajara en los estándares de belleza. Y con este “basta”, comenzó a labrarse su camino hacia el éxito, un camino que va dejando sembrado de mensajes de empoderamiento y seguridad en una misma, que inspiran a mujeres de todo el mundo.

Nacida en Detroit y criada en Houston, Lizzo tuvo claro desde pequeña que quería dedicarse a la música –después de descartar la idea de convertirse en una de las guerreras de Sailor Moon, una serie de la que se ha declarado fan en muchas ocasiones y a la que ha homenajeado en varios de sus shows–. Sus comienzos fueron en el rap y, aunque después su música bebería de otras muchas influencias, fue del mundo del hip hop de dónde sacó la idea para su nombre artístico: Lizzo es una combinación de Lissa (acortando su primer nombre, Melissa) Izzo (H.O.V.A.), la canción de Jay-Z.

Durante su adolescencia, Lizzo descubrió su amor por la flauta clásica y tocó en varias bandas escolares y universitarias hasta que se graduó. Hoy en día, la flauta sigue formando parte de su carrera musical –aunque hay quien ha intentado poner en duda sus habilidades como flautista, unas acusaciones a las que ella respondió con varios vídeos en sus redes sociales en los que, efectivamente, se veía cómo tocaba la flauta de maravilla– y en todas su actuaciones tiene un papel protagonista.

A los 23 años, decidió mudarse a Minneapolis para comenzar su carrera musical. Formó parte de diferentes bandas con estilos diversos, desde el hip hop al soul, pasando por el R&B, hasta que finalmente en 2013 lanzó su primer disco: Lizzobangers. Ese mismo año, la revista Time la incluyó en su listado de artistas a los que seguir en 2014, destacando sus letras y sus “ritmos imposibles”.

Tan pronto como comenzó a hacerse un nombre en la música, Lizzo empezó también a hacer activismo con su propia imagen, destacando siempre la importancia de aceptarse a una misma, algo que no ocurre de la noche a la mañana, sino que es más bien un proceso que puede durar toda la vida. Uno de los videos más potentes fue el que hizo en 2014 para la sección What’s Underneath (Lo que hay debajo) de StyleLikeU, en el que se desvestía frente a la cámara mientras hablaba con total honestidad sobre los problemas que tuvo con su imagen durante la adolescencia y cómo, poco a poco, logró superarlos y aprender a disfrutar de su cuerpo tal y como es. Incluido su pelo natural.

Cuando me siento más bella es cuando estoy sobre el escenario, pero al mismo tiempo, también me puedo sentir más vulnerable y poco atractiva que nunca.

La confirmación de Lizzo como la enorme artista que es, llegó con su segundo trabajo, Big Grrrl Small World, que se publicó a finales de 2015 y en el que está incluida la brillante –y no solo por la purpurina del videoclip– My Skin.

Aún así, el éxito comercial no llegaría hasta el año siguiente, cuando se convirtió en una de las anfitrionas del programa musical Wonderland de la MTV, formó parte de la banda sonora de la película Barbershop con el tema Good As Hell, fichó por Atlantic Records –el mismo sello de su adorada Aretha Franklin– y, sobre todo, cuando lanzó su EP Coconut Oil, con el que rendía homenaje al aceite de coco, un producto esencial en el cuidado del pelo afro, que para muchas mujeres negras ha llegado a adquirir una gran importancia simbólica como generador de bienestar. Ese mismo año grabaría Truth Hurts, un himno al amor propio en cuyo video Lizzo se casa –literalmente– consigo misma.

En 2018, giró con Haim y Florence and the Machine y Rolling Stone la incluyó en su lista de “10 artistas que tienes que conocer”; ya en 2019, publicó su último trabajo hasta la fecha, Cuz I Love You, en el que continúa abogando por la aceptación de todo tipo de cuerpos, exponiendo aún más el suyo propio, ya que en la portada del disco aparece completamente desnuda. También posó desnuda para una fantástica sesión de fotos en Rolling Stone, en la que mostraba sin complejos su celulitis y sus estrías. Su álbum Cuz I Love You ha supuesto un punto de inflexión en la carrera de Lizzo, ya que la ha llevado a ser conocida mundialmente y a alcanzar las listas de éxitos musicales de medio mundo.

Este año, Lizzo nos ha dejado también algunas de sus mejores actuaciones, como la de los BET Awards –en la que se marcó un solo de flauta mientras hacía twerking, que puso en pie a la mismísima Rihanna– o su show en los recientes MTV Video Music Awards, donde la artista actuó frente a un gran trasero virtual que flotaba sobre el escenario.

Uno de los mensajes que Lizzo trata de transmitir con su música es que la belleza no puede definirse de una única forma: todo el mundo es bello a su manera e internet ha contribuido enormemente a cambiar los estándares tradicionales, porque nos ha mostrado otro tipo de cuerpos más allá de aquellos que aparecen en la publicidad, inspirando a muchas personas y haciendo que se sientan por fin identificadas y representadas. A pesar de todo, Lizzo insiste en que la aceptación es un trabajo que hay que hacer individualmente:

No hay nadie en el mundo que pueda hacer que te quieras a ti misma. Es importante recordar que este tipo de amor puede llenarte mucho más que cualquier otro tipo de amor.

En sus entrevistas, en sus conciertos y, por supuesto, en sus letras, Lizzo deja claro lo importante que es sentirte bien en tu propia piel para tener confianza en ti misma. A ella, tal y como explicó en Rolling Stone, le ha ayudado infinitamente ir a terapia, no solo para aprender a amar su cuerpo, sino también para reconocer sus vulnerabilidades, lo que le ha permitido mostrarse más vulnerable también con respecto a su voz y a sus letras. Canciones como Juice son todo un himno al body-positivity y por eso Lizzo se ha convertido en uno de los iconos de este movimiento. Además, en sus actuaciones, la artista se acompaña de un cuerpo de baile bautizado como las Big Grrrls, formado íntegramente por chicas plus-size.

Espejito, espejito
No lo digas, porque ya sé que soy adorable

Por todo ello, por sus enérgicas y poderosas canciones y, sobre todo, por la actitud con la que defiende la diversidad y la inclusión, Lizzo se ha ganado ya un puesto de honor entre nuestras artistas favoritas de todos los tiempos. Para terminar, os dejamos con uno de los temas de su último disco, en el que la artista habla de su única y verdadera alma gemela: ella misma.

Porque soy mi propia alma gemela
Sé cómo quererme
Sé que siempre voy a sostenerme a mí misma
Soy mi propia alma gemela
No, nunca me siento sola
Sé que soy una reina, pero no necesito ninguna corona
Me miro en el espejo y me digo “Maldita sea, es ella”.

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